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• Viaje a Cuba |
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• El impacto de los orantes |
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• Los muertos de la cárcel |
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• La fuerza de la semilla |
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Viaje a Cuba |
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El Boeing 747 emprende el vuelo en París con destino a La Habana, completamente lleno. Este largo viaje permite conocerse, entablar conversaciones, dejar que le saquen a uno fotos. Junto a mí, una joven pareja vietnamita, enamoradísima. Están recién casados, me muestran si precioso álbum de boda. Unas azafatas encantadoras vienen a asegurarse que no me falte de nada. |
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En la Habana, tomo un avión para Holguín, capital de provincia, situado a más de 800 Km. de La Habana. La región fue duramente castigada por el ciclón del año pasado. |
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En Holguín, se celebra el coloquio internacional sobre los cinco cubanos encarcelados en Estados Unidos desde hace más de 11 años. Los cinco de Miami como les llaman, estaban encargados de infiltrarse en los grupos de extrema derecha paramilitares, con base en Florida, para impedir acciones criminales contra Cuba. Produjeron más de 3.000 muertes y otras tantas personas heridas definitivamente minusválidas. |
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Porque los cinco cubanos luchaban contra el terrorismo, los pusieron en la cárcel, ¡mientras tanto dejaban en libertad, en Miami, al criminal Luis Posada Carriles que, en el año1976, hiciera explotar un avión cubano causando 73 muertos! Para USA, Cuba es un país enemigo. El juicio de los cinco es un juicio político contra Cuba. |
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184 delegados, representando a 42 países, acudieron al coloquio para apoyar y reforzar los esfuerzos de la comunidad internacional a favor de la liberación de los cinco cubanos. La delegación americana llama la atención. En Estados Unidos sobre todo es donde se ha de llevar a cabo la lucha. En este país es donde conviene alertar a los medios de comunicación y sensibilizar a la opinión. Ya que todos los recursos judiciales se han agotado, ya sólo queda la opinión pública americana y recurrir al Presidente Obama. |
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Allí están las familias de los presos, poniendo humanidad y emoción en nuestros debates. Me piden que tome la palabra. Este coloquio permite tejer lazos fraternos. Se constituye una gran red. Los debates se proseguirán en Internet. |
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El obispo de Holguín viene a verme al hotel: un hombre cálido y abierto. Como le comparto mi deseo de reunirme con los cristianos en la misa del domingo, me invita a venir a celebrar a la catedral, donde tomé la palabra. Una ocasión para estar con los Hermanos de Foucauld, en Cuba desde hace 44 años. Uno trabajó de mecánico, otro de carpintero. Están jubilados y continúan viviendo en medio de la gente, en un barrio pobre. |
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La visita de las aldeas situadas en las inmediaciones de Holguín me causa alegría. Las gentes son acogedoras, las mujeres elegantes, los niños visten trajes de fiesta. Todo el mundo nos espera bajo el sol generoso. Una población digna, valiente, habituada a las luchas. Valoro poder conocer a ciudadanos responsables que saben tomar la palabra en público. Aquí como en todas partes, compruebo los efectos benéficos de una política que da prioridad a la educación y a la salud. |
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A continuación viene la comida de fiesta, compartida a la sombra de un árbol inmenso de tronco enorme, de tres siglos de edad.
He amado al pueblo cubano y espero volver a verlo pronto cuando los cinco de Miami vuelvan a Cuba. ¡Habrá una gran fiesta! |
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El impacto de los orantes |
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Me paso por la gran mezquita de París, un día de semana, al caer la tarde. Empieza a hacerse de noche. Veo llegara a unos chicos precipitadamente. Es hora de la oración. ¿Tal vez lleguen de su trabajo? No pierden tiempo quitándose los zapatos y reuniéndose con el grupo de hombres que rezan de pie en torno al imam. |
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Me quedo en el umbral y miro. Otros llegan también rápidamente, se descalzan con la misma agilidad y se funden en el enjambre que no cesa de engordar. También hay algunas mujeres, pero pronto desaparecen detrás de una cortina. |
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En mí surgen imágenes, de hace 50 años. Estaba en Argelia y por primera vez estaba en presencia de musulmanes en oración. Fue un choque. Unos hombres de otra religión me daban el sentido del absoluto de Dios. Charles de Foucauld, joven explorador en Marruecos experimentó este choque cuando vio a los musulmanes orando. |
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En el umbral de la mezquita, miro con admiración a esos hombres en oración. Oro en comunión con ellos. Soy su hermano. Un orante en medio de otros orantes. |
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Dios llama a todos los humanos a la oración. Dios me habla a través del Islam. |
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Los muertos de la cárcel |
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En el famoso Atrio de los derechos humanos -Parvis des droits de l’homme- en París, se pueden oír los nombres de todos los que han muerto en la cárcel desde hace un año. Una lectura lenta y solemne de sus nombres y del día de su muerte. Esta larga letanía me impresiona por su insistencia, por que continuamente vuelve la expresión: « suicidio por ahorcamiento » |
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Me toca a mí la lectura de 25 nombres. |
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El 10 de marzo 2009: Serge 45 años suicidio por ahorcamiento
El 11 de marzo 2009: Jean 50 años muerto por suicidio
El 11 de marzo 2009: Hervé suicidio por ahorcamiento
El 14 de marzo 2009: Michel suicidio por ahorcamiento
El 14 de marzo 2009: Adrien 17años suicidio por ahorcamiento... |
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En el Atrio de los derechos humanos, la multitud escucha como se van desgranando estos nombres en el silencio y el recogimiento. Hacer memoria de ellos es una manera de no olvidar a estos hombres cuyo rostro no conocemos. También es reconocer su dignidad. Estos hombres han muerto en soledad, abandono y sufrimiento. Su muerte es una provocación. No es aceptable que ocurran tantos suicidios en la cárcel. |
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Francia abolió la pena de muerte pero no logró impedir la muerte en la cárcel. La prisión es un espejo de la sociedad. Nos revela de forma certera la pérdida del lazo social en la sociedad y, sobre todo, lo poco que hoy importa un ser humano. |
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La fuerza de la semilla |
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Una tras otra, estoy en una abadía bretona, en otra en Liechtenstein, luego en Alemania con los misioneros combonianos. En todas las ocasiones, un público numeroso: mujeres y hombres que buscan, cargados de experiencia, la vista puesta en el futuro. Son testigos de un Evangelio liberado y liberador. |
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No existe en ellos la tentación de restaurar un pasado que se está desintegrando, ni de preocuparse por una Iglesia demasiado preocupada por ella misma. Entendieron que el hombre de hoy está preocupado ante todo por él mismo y su futuro. Están convencidos de que nuestras sociedades han entrado en un proceso de secularización. |
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Con la crisis que estamos viviendo, los cristianos, como otros ciudadanos, consideran inaceptable el foso de las desigualdades sociales. Se preguntan cual puede ser su contribución ante la enorme injusticia social de la sociedad. |
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Algunos mencionan « la fuerza de los pequeños » del Evangelio. ¿Acaso no existe una fuerza secreta en los más débiles de la sociedad? Nos invitan a creer en la fuerza revolucionaria de la semilla. |
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