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Que la paz esté con vosotros |
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¡Feliz Navidad de paz! El nacimiento del Niño de Belén entre nosotros es un signo prodigioso.
Dios toma rostro humano. Participa de nuestra condición humana. Su venida trae la paz a la familia humana. La paz es posible. |
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En el curso de la guerra de 1914-1918, siempre me ha llamada lo atención un episodio. Cuando alemanes y franceses vivían la terrible guerra de las trincheras, la noche de Navidad lo iba a cambiar todo. Unos soldados alemanes se ponen a entonar un villancico y encienden unas velas. Les franceses hacen otro tanto. |
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Y se produce algo increíble: de una y otra parte, unos pocos soldados se atreven a salir de sus trincheras. Avanzan con las manos desnudas hacia los otros. Nadie les dispara. Se tienden la mano y se descubren, por primera vez, hermanos en humanidad. Otros siguen a éstos y estalla la alegría: experiencia de la fraternidad recobrada. Comparten sus escasos recursos y viven con intensidad esta Nochebuena absolutamente única. |
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Luego llega para ellos el momento de separarse, de volver a la trinchera y retomar el arma.
Cuando la comandancia se enteró de esta traición, cayeron las sanciones. La mayoría fueron fusilados, otros cargaron con pesadas penas.
¡Es más fácil hacer la guerra que hacer la paz! |
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En los informativos televisados, me llama la atención un suceso: una mujer raptó a un bebé. Inmediatamente, todos se ponen a buscar el niño. El joven padre, con cara angustiada, declara a los canales de televisión:
« Tengo ganas de decirle a esta persona, que si viene a traer a nuestro niño, será acogida. No será juzgada. Atenderemos su desgracia pues es una mujer que debe sufrir».
¡Admirable palabra de paz! Este hombre que está pasando por una prueba no busca represalias. Está dispuesto a crear lazos de fraternidad con esta mujer. |
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Un himno litúrgico, en este tiempo de preparación a la Navidad, habla de «la inmensa cadena del odio y la violencia» que afecta a tantos seres humanos. ¡Es tan verdad hoy como ayer! |
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La paz no es un sueño, es un combate. Nuestro combate.
Ojalá la fiesta de Navidad sea fuente de paz para vosotros y vuestras familias. Feliz Año Nuevo. |
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Jacques Gaillot
Obispo de Partenia |
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